¿Alguna vez dibujaste un retrato y algo no se veía bien, aunque no supieras exactamente qué? Puede que el problema esté en las proporciones. Si quieres mejorar tus retratos y darles realismo, necesitas entender cómo se construye la cabeza. Y para eso, nada mejor que el método Loomis.
Este sistema, creado por el ilustrador Andrew Loomis, es una técnica clásica que te enseña a construir el rostro humano paso a paso, usando reglas simples de proporción que todo artista debería conocer. Si te gustó este post, te invitamos a ver el post sobre cómo usar proporciones para dibujar rostros.
¿Por qué usar el método Loomis?
Porque te da una estructura sólida sobre la cual construir. No importa si dibujas desde imaginación o desde una referencia: usar Loomis te ayuda a evitar errores comunes, como ojos mal ubicados, frentes muy largas o bocas desalineadas.
División en tercios: la clave de la armonía facial
Una de las enseñanzas más poderosas del método Loomis es la división de la cabeza en tres partes iguales, desde la frente hasta el mentón. Así:
- Primer tercio: desde la línea del cabello hasta las cejas.
- Segundo tercio: desde las cejas hasta la base de la nariz.
- Tercer tercio: desde la base de la nariz hasta el mentón.
Esta división te permite ubicar con precisión los rasgos faciales más importantes.
La estructura base: empieza con una esfera
Loomis comienza con una esfera que representa el cráneo. A partir de allí, se agregan planos y líneas guía:
- Se corta un lateral del círculo para dar forma al lado de la cabeza.
- Se añade una línea vertical que marca el centro del rostro (la simetría).
- Se dibujan líneas horizontales para colocar ojos, cejas, nariz y boca en la posición correcta.
¿Dónde van los rasgos?
Gracias a estas líneas guía, puedes colocar los rasgos con seguridad:
- Los ojos van a la mitad exacta de la altura total de la cabeza.
- Las orejas se alinean entre las cejas y la base de la nariz.
- La boca se ubica aproximadamente a un tercio entre la nariz y el mentón.
- Las cejas marcan una línea clave, que también suele coincidir con la parte superior de las orejas.
La magia de usar proporciones correctas
Aplicar estas reglas transforma tu forma de dibujar:
- Te da confianza para construir cualquier rostro, desde cualquier ángulo.
- Reduce errores de proporción que hacen que los retratos parezcan "raros".
- Te permite analizar mejor los rostros reales cuando dibujas del natural o desde fotos.
- Y lo más importante: te ayuda a estilizar sin perder estructura, algo esencial si luego quieres exagerar o caricaturizar.
¿Funciona solo para rostros "perfectos"?
¡Para nada! Aunque estas proporciones son una base idealizada, puedes usarlas como punto de partida y luego adaptarlas según la edad, el género o las características individuales del modelo. Son como un esqueleto que puedes modificar según lo que observes.
¿Qué más enseña el método Loomis?
Además de las proporciones, Loomis también enseña:
- Cómo construir la cabeza desde distintos ángulos.
- Cómo girar la esfera para representar diferentes perspectivas.
- Cómo simplificar el rostro en planos (útil para sombreado y volumen).
- Cómo adaptar la estructura para retratos masculinos, femeninos, niños o ancianos.
Practica: la clave para dominar el método
Como toda herramienta artística, la práctica constante es fundamental. Aquí algunos consejos:
- Haz estudios rápidos de cráneos usando Loomis.
- Dibuja cabezas desde distintas vistas (frontal, perfil, 3/4).
- Combina Loomis con fotos reales: dibuja la estructura primero, luego ajusta con la observación.
- Corrige tus dibujos viendo dónde te desviaste de las proporciones.
- Sé paciente: al principio puede parecer rígido, pero con el tiempo verás la libertad que te da.
Conclusión: tu retrato empieza con una buena base
El método Loomis no es una fórmula mágica, pero sí una guía poderosa. Dominar las proporciones de la cabeza te permite entender el rostro como una estructura tridimensional, en lugar de solo copiar lo que ves. Y eso es lo que te convierte en un artista que construye sus dibujos, no solo los reproduce.
Así que la próxima vez que empieces un retrato, recuerda: no empieces por los ojos ni por la boca. Empieza por la estructura. Y deja que Loomis te guíe. Si quieres Aprender a Dibujar el Cuerpo Humano continúa en nuestro blog.