Franz Schubert, uno de los compositores más talentosos de la historia de la música, dejó un legado que trasciende su corta y turbulenta vida. En 1828, pocos meses antes de su prematura muerte a los 31 años, Schubert completó su Trío para piano, violín y violonchelo, una obra de cincuenta minutos que encapsula la esencia de su genio y su sufrimiento.
En 1828, pocos meses antes de morir a los treinta y un años, Schubert terminó un trío para piano, violín y violonchelo de cincuenta minutos de duración. Había tenido una vida corta, desgraciada y accidentada, en la que la música había supuesto el único contrapunto a sus infortunios. Schubert estuvo siempre arruinado y dependía de sus amigos para conseguir comida, alojamiento, dinero. Siempre fue desgraciado en el amor, ámbito en el que no le ayudaba ser bajo, feo e hipersensible a las ofensas tanto reales como imaginarias. Sin embargo pese a ser un absoluto desastre con patas, también fue salvajemente prolífico: tan solo en su decimoctavo año de vida creó más de veinte mil compases de música, compuso nueve sinfonías (a los treinta y uno Beethoven sólo había hecho una), más de seiscientas canciones, veintiuna sonatas para piano y un sinfín de piezas de música de cámara.
La mayor parte de su producción no se interpretó hasta después de su muerte, pero este trío sí se tocó antes. En los domicilios particulares era mucho más fácil ejecutar música de cámara que música de orquesta, y algunas casas de Viena organizaban 'schubertiadas' de forma regular: veladas informales en las que se tocaba su música, se leía poesía y se bailaba. Este trío se ejecutó por primera vez en una de esas veladas (celebrada para conmemorar el compromiso matrimonial de un amigo) el mismo año de su composición. El lento movimiento retrata a la perfección una vida demasiado corta: es elegíaco y oscuro, está teñido de esperanza y en él se atisban las infinitas posibilidades del genio.
Creada por uno de los escasos compositores posteriores a Mozart que podían idear y componer una obra entera en su cabeza antes de pasarla al papel, esta es la banda sonora de un hombre tan deprimido que lo primero que empezó a estudiar fue Derecho.
También nos recuerda de forma desgarradora cuánto hemos perdido por culpa de su prematura muerte a los treinta y un años.
Mierda de sífilis". James Rhodes.
Franz Schubert
(31.1.1797 | 19.11.1828)
Referencias:
- James Rhodes. Instrumental. Memorias de música, medicina y locura. Trad.: Ismael Attrache.
- Retrato de Franz Schubert por Wilhelm August Rieder (1875), basado en una acuarela original de 1825.
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