El Museo Hermitage, ubicado en la ciudad rusa de San Petersburgo, es uno de los museos más grandes e importantes del mundo. Su historia está estrechamente ligada al legado de Catalina la Grande, quien fue una apasionada coleccionista de arte y la impulsora de este majestuoso recinto cultural.
Los Orígenes del Hermitage
El Pequeño Hermitage fue construido entre 1767 y 1769 bajo las directrices del arquitecto Vallin de la Mothe. Inicialmente, fue concebido como un pabellón para que la zarina se relajara en privado o en compañía de sus amigos. Sin embargo, con el tiempo, la creciente colección de arte de Catalina requirió de un espacio mayor.
En 1771, comenzó la construcción del Gran Hermitage, un edificio de tres pisos con un diseño neoclásico que armoniza con el Palacio de Invierno. Este nuevo espacio permitió albergar tanto la biblioteca en expansión como las innumerables obras de arte adquiridas por la emperatriz.
Expansión y Consolidación
En 1783, el arquitecto Giacomo Quarenghi fue el encargado de diseñar un teatro para el Hermitage, completado en 1787. Este teatro destaca por su elegante columnata en el segundo nivel, adornada con estatuas de dramaturgos y poetas griegos. Además, Quarenghi diseñó el Gran Salón del Trono, una sala monumental de 800 metros cuadrados decorada con columnas corintias de mármol rosa.
A pesar de un incendio devastador en 1837, el Gran Salón del Trono fue restaurado con algunas modificaciones.
Siglo XIX: La Apertura al Público
Alejandro I y Nicolás I, sucesores de Catalina, continuaron enriqueciendo la colección del Hermitage. Alejandro I adquirió el único cuadro de Caravaggio presente en el museo, Apolo tocando el laúd, así como la colección de Josefina Bonaparte.
Bajo el reinado de Nicolás I, el museo fue abierto al público el 5 de febrero de 1852. La entrada principal se distingue por un imponente pórtico sostenido por diez estatuas de Atlantes de cinco metros de altura, esculpidas en granito gris por el artista Terebenev. En ese momento, la colección ya contaba con 4.552 obras reunidas a lo largo de siglo y medio.
Durante el siglo XIX, se sumaron importantes salas como la Galería Miliar, con 332 retratos de generales rusos que participaron en las guerras napoleónicas, y la Sala de Malaquita, diseñada para conectar las salas estatales con las habitaciones privadas de la emperatriz Alexandra Fyodorovna.
El Siglo XX y los Desafíos del Hermitage
El siglo XX trajo grandes desafíos para el museo. En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, la invasión alemana puso en peligro su colección, obligando al traslado de muchas obras hacia la región de los Urales en trenes especiales. Tras la guerra, el Hermitage reabrió sus puertas en 1945 y continuó recibiendo nuevas adquisiciones.
El Hermitage en la Actualidad
Hoy en día, el Hermitage sigue siendo un referente mundial del arte y la cultura. Con 172 años desde su inauguración oficial, alberga una colección de incalculable valor, que abarca desde antigüedades clásicas hasta obras maestras del Renacimiento y el Impresionismo. Su legado lo convierte en un destino obligado para los amantes del arte y la historia.
Si visitas San Petersburgo, no puedes perderte este icónico museo, donde cada sala cuenta una parte fundamental de la historia del arte y de Rusia.
0 comentarios:
Publicar un comentario